Shawn Mills, CEO of Pisteyo posing with the speaker panel at SIM Women Colorado. Shawn spoke about AI and the future of productivity.Pisteyo - AI Consulting, Enablement & Innovation
AI Use Case
Cómo la IA puede transformar el trabajo rutinario en trabajo con propósito para profesionales del sector social
Shawn Mills, CEO de Pisteyo, tuvo recientemente el privilegio de participar en el Human Resources and Operations Network de Philanthropy Colorado, donde habló sobre cómo herramientas cotidianas como Microsoft Copilot y ChatGPT pueden ayudar a profesionales de organizaciones sin fines de lucro y fundaciones a recuperar tiempo para enfocarse en su misión.
Date
November 10, 2025
Topic
AI Use Case

Índice de Perspectivas

  • La IA no reemplaza a las personas; multiplica el potencial humano.
  • Los mejores resultados provienen de prompts claros que incluyan rol, objetivo y contexto.
  • Comienza poco a poco con productividad personal antes de escalar a toda la organización.
  • Las herramientas de IA empresariales y de pago protegen tus datos y promueven un uso responsable.
  • El impacto real ocurre cuando la IA reduce el trabajo repetitivo y amplifica el trabajo con propósito.

¿Cuál es tu pregunta favorita para hacerle a la IA?

Cuando hablo con líderes y equipos sobre inteligencia artificial, suelo comenzar con una pregunta sencilla:
¿Cuál es tu pregunta favorita para hacerle a la IA?

Es una forma ligera de abrir la conversación, pero va al corazón de algo más profundo.
La forma en que formulamos nuestras preguntas determina la calidad de las respuestas que obtenemos —no solo de las personas, sino también de las herramientas inteligentes que ya trabajan junto a nosotros.
Aprender a hacer mejores preguntas a la IA se está convirtiendo en una de las habilidades más valiosas para cualquier profesional moderno.

Recientemente tuve el privilegio de participar en el Human Resources and Operations Network de Philanthropy Colorado para hablar exactamente de este tema. Conversamos sobre cómo herramientas cotidianas como Microsoft Copilot y ChatGPT pueden ayudar a profesionales de fundaciones y organizaciones sin fines de lucro a transformar tareas rutinarias en tiempo recuperado para su misión.
No hablamos de algoritmos complejos ni de tecnologías futuristas. Hablamos de lo real: escribir informes, organizar datos, capacitar equipos, incorporar nuevo personal y comunicarse con claridad.

Usar la IA para quitar del camino el trabajo repetitivo y volver al trabajo significativo que genera impacto es la adopción más importante.

Del agobio al empoderamiento

Si trabajas en operaciones o recursos humanos, probablemente conozcas la sensación: demasiadas tareas, muy pocas horas.
Coordinas personas, cumplimiento, nómina, beneficios, desempeño y comunicación, mientras intentas mejorar la cultura y la eficiencia.

La IA no viene a reemplazar eso. Viene a ayudarte.

En decenas de organizaciones he visto lo mismo: la IA se vuelve realmente valiosa no cuando automatiza todo, sino cuando te quita algo pequeño de encima —algo repetitivo, tedioso o analítico— para que puedas recuperar tiempo para la estrategia, la creatividad o la conexión humana.

Por eso, en Pisteyo, siempre empezamos con una pregunta que no tiene nada que ver con tecnología:
¿Qué estás tratando de lograr?
Perfecto. Nosotros te ayudaremos a llegar más rápido, con ayuda de la automatización impulsada por IA.

Cuando conocemos tu meta, podemos identificar formas pequeñas pero poderosas en las que herramientas como Copilot o ChatGPT pueden apoyarte. Ya sea reescribir una política, resumir encuestas de empleados o crear materiales personalizados de inducción, la IA acelera los flujos de trabajo y fortalece la resiliencia organizacional.

La IA no solo mejora la productividad: crea espacio para enfocarte.

Aprender a “hablar” con la IA

Durante los últimos veinte años aprendimos a “googlear”: escribir unas palabras clave, presionar buscar y revisar resultados.
La IA no funciona así.

La IA no es un buscador; es un colaborador.
Un asistente leal que quiere complacerte, pero que solo dará grandes resultados si la tratas como a un asistente inteligente: dale contexto, metas y dirección.

Cuando crees un prompt, incluye un rol, un objetivo y un contexto.
Por ejemplo:

“Actúa como director de Recursos Humanos de una organización sin fines de lucro mediana. Redacta un resumen de dos páginas para el consejo directivo sobre cómo la IA puede mejorar la comunicación interna. Mantén un tono profesional y claro.”

Así pasas de respuestas promedio a resultados excepcionales.

No se trata de memorizar comandos, sino de pensar con claridad, contexto y propósito.
Cuanto mejor definas tu necesidad, más valor obtendrás.

Formas prácticas en que la IA puede aligerar tu carga

Durante mi charla, mostré varios casos de uso prácticos que cualquier organización puede aplicar hoy mismo, sin necesidad de un doctorado en ciencia de datos.

  1. Asistentes de chat para empleados
    Imagina no volver a responder “¿Cuál es nuestro calendario de feriados?” o “¿Dónde está el formulario de reembolso?”.
    Con un asistente de IA para soporte interno, las políticas y preguntas frecuentes están siempre disponibles.
    Estos agentes no reemplazan a RR. HH.; liberan a RR. HH. para enfocarse en las personas, no en el papeleo.
  2. Incorporación y capacitación personalizadas
    Con Copilot o ChatGPT, las organizaciones pueden crear videos, guías y experiencias interactivas adaptadas a cada rol.
    Es más personal, más consistente y mucho más rápido.
  3. Análisis inteligente de documentos
    Cansado de leer reportes de 50 páginas o hojas de cálculo interminables?
    La IA puede resumirlos en segundos, extraer datos clave y hasta redactar un correo resumen para tu consejo.
    También puede analizar paneles de control o resultados de encuestas y convertirlos en informes ejecutivos listos para compartir.
  4. Redacción, edición y traducción
    La IA puede redactar descripciones de puesto, informes de donaciones o comunicados internos, y luego adaptarlos a distintos niveles de lectura o dialectos regionales.
    Incluso puedes pedirle que hable en “español accesible para la comunidad, nivel secundaria”.
    La revisión humana sigue siendo clave, pero el ahorro de tiempo es enorme.
  5. Redacción y evaluación de subvenciones
    Una fundación con la que trabajamos se sentía abrumada por el volumen de solicitudes.
    Con IA, pudieron resumir y calificar las primeras rondas según criterios definidos, ahorrando días de trabajo sin perder equidad ni consistencia.

Construyendo confianza y transparencia

Una gran pregunta que siempre surge es: ¿Esto es seguro?

Mi respuesta es simple: si no estás pagando por la herramienta, tus datos son el producto.
Las versiones gratuitas de muchos modelos de IA recopilan y entrenan con los datos de los usuarios.
Por eso, para uso organizacional, recomiendo herramientas empresariales como Microsoft Copilot, ChatGPT Team o Enterprise, o Gemini para Workspace de Google.

Cuando pagas por IA, pagas por privacidad.

Estas plataformas tienen las mismas certificaciones de seguridad que Microsoft 365 o Google Cloud —cumplen con HIPAA, están auditadas bajo SOC y cuentan con respaldo legal.
También respetan los permisos de tus archivos, garantizando que nadie acceda a información que no debería.

La transparencia genera confianza, dentro y fuera de la organización.
Comunica cuándo y cómo usas la IA.
Muestra los beneficios.
Ayuda a que todos comprendan que la IA no se trata de eliminar puestos, sino de eliminar el trabajo sin propósito.

La productividad es personal

Cada organización empieza su recorrido con la IA de forma distinta, pero las que tienen éxito comparten algo en común: comienzan en pequeño y comienzan con las personas.

En Pisteyo hemos aprendido que implementar IA sin gestión del cambio es como plantar una semilla y olvidarse de regarla.
La tecnología puede estar lista, pero la cultura no.
Por eso, la educación y la experimentación son tan importantes como las herramientas mismas.

Si eres líder, tu trabajo no es dominar la IA de la noche a la mañana; es ayudar a tu gente a ver lo posible y crear un entorno seguro para explorarlo.
Anima a tus equipos a probar una tarea por semana: resumir una reunión, redactar un informe, automatizar una hoja de cálculo.
Mide el impacto. Celebra los avances.

Cuando las personas ven cuánto tiempo recuperan, dejan de temerle a la IA y empiezan a abrazarla.

De la eficiencia al impacto

La eficiencia importa, sí.
Pero ser más eficiente en lo incorrecto no genera progreso.

La verdadera oportunidad de la IA no es hacer más cosas, sino hacer más de lo que realmente importa.

En el sector social y filantrópico, eso significa pasar menos tiempo dando formato a hojas de cálculo y más tiempo avanzando misiones, fortaleciendo relaciones y sirviendo comunidades.

En cada organización con la que he trabajado, se repite el patrón: cuando las personas ven a la IA como un aliado y no como una amenaza, la creatividad florece y la cultura pasa de reactiva a proactiva.

La IA mejora la productividad y la moral, mientras devuelve a las personas una sensación real de progreso.

Cómo empezar

El mejor consejo que puedo ofrecer:

  • Empieza con la productividad personal. Antes de automatizar procesos, ayuda a tu equipo a usar la IA en su trabajo diario.
  • Crea embajadores. Identifica a quienes disfrutan experimentar con IA y deja que compartan sus descubrimientos.
  • Define límites. Establece pautas claras sobre privacidad y uso responsable para que todos se sientan seguros explorando.
  • Mide los logros. Registra tiempo ahorrado, precisión mejorada y satisfacción del equipo. El retorno de inversión de la IA se ve mejor cuando lo comparas con lo que antes te frenaba.

Y lo más importante:
ENFÓCATE EN LO QUE HACES MEJOR.
La IA es una herramienta.
El impacto proviene de las personas que saben cómo usarla con propósito.

Sobre el autor

Shawn Mills es CEO de Pisteyo, firma de consultoría en gestión que ayuda a las organizaciones a aprovechar la IA para impulsar la eficiencia operativa, la innovación y el impacto.
Con más de dos décadas liderando transformaciones digitales, Shawn cree que el futuro del trabajo no se trata de reemplazar personas con máquinas, sino de darles herramientas para lograr resultados más significativos.